lunes, 24 de septiembre de 2018

El Tour de la infamia: Semana 2. Defina rídiculo versión Phonak, T-Mobile y CSC.

Cuando a la primera jornada de descanso llegan seis ciclistas del mismo equipo entre los quince primeros es que algo raro ocurre. Cuando ese equipo no tiene a sus dos mejores corredores por sanción es aún más increíble pero si además su principal rival confirma que puede ser su última carrera por una lesión grave todo se te debería poner de cara. Tendrías que tener la mejor opción de tu historia para ganar el Tour... Pero T-Mobile demostró que siempre es posible cagarla.

Entre el dopaje y la genialidad estratégica, T-Mobile 2006 os saluda.



Después de una jornada de descanso extraña vino una etapa llana de transición. 170 kilómetros entre Burdeos y Dax con O´Grady intentando un ataque en los últimos metros pero no pudiendo parar a un Freire que volvió a sorprender a McEwen saliendo desde la nada una vez más. Debido a la velocidad, Kessler, Menchov y Fother perdieron 13 segundos y Levi Leipheimer 26 segundos. 

Dos leyendas mano a mano en el sprint, esta vez con victoria Freire sobre McEwen

Y en la etapa 10 al fin llegó la montaña, los Pirineos para ser concretos, con la etapa perfecta para que una fuga llegase a buen puerto. T-Mobile no se molestó en defender su maillot amarillo y esto fue aprovechado por una fuga de quince corredores para pelearse por la etapa. Con Soudet y Marie Blanque como los puertos principales, los escapados fueron poco a poco separándose hasta que Juan Miguel Mercado y Cyril Dessel se quedaron delante con Iñigo Landaluze a unos segundos. Mercado quisó intercambiar etapa por maillot amarillo pero Dessel se negó, aunque finalmente fue lo que ocurrió. El corredor francés se quedó con la general y el español con la etapa. 

Para el AG2R maillot amarillo, para el Agritubel etapa en su año de debut. Día perfecto para los equipos franceses 


El primer final en alto en el Tour se celebraba en Pla de Beret, saliendo desde Tarbes con 206,8 km y la subida a Tourmalet, Aspin, Peyresourde, Portillon y el último puerto. En una etapa rompe piernas de verdad solo cuatro corredores se fueron en fuga mientras que se esperaba que atrás hubiese movimientos. Y así fue en el Portillon, con el T-Mobile tirando para romper el pelotón dejando un grupo con solo 19 corredores: David Arroyo (Caisse d´Epargne), Azevedo (Discovery Channel), Michael Boogerd, Denis Menchov y Michael Rasmussen (Rabobank), Damiano Cunego (Lampre), Cadel Evans (Lotto), Markus Fothen, Georg Totschnig y Levi Leipheimer (Gerolsteiner), Andreas Klöden y Michael Rogers (T-Mobile), Floyd Landis (Phonak), Christophe Moreau (AG2R) Ivan Parra (Cofidis), Carlos Sastre y Frank Schleck (Team CSC), Gilberto Simoni (Saunier-Duval) y Haimar Zubeldia (Euskatel-Euskadi).

Michael Boogerd tira de Menchov mientras que el T-Mobile se desintegra en la primera etapa de montaña... Otro año más

En Pla de Beret solo Menchov, Leipheimer y Landis lograron irse del resto, con victoria para el ruso. Evans y Sastre solo perdieron 17 segundos pero a partir de ahí las diferencias empezaron a ser graves. Kloden perdió 1:31, Moreau 2:29, Simoni 4:10, Popovich 6:25, Cunego 10:03, Hincapie 21:23 y Pereiro 26:23. La realidad era que T-Mobile había tirado para nada mientras que Rabobank había logrado poner a Menchov tercero en la general mientras que Floyd Landis se lograba poner como líder y demostró que era el ciclista más fuerte en montaña. Sin ser Armstrong había logrado lo inesperado, ponerse como claro favorito.

Landis controla mientras que Evans y Sastre sufren. Menchov y Leipheimer con mejor cara

La etapa entre Luchon y Carcassonne de 212 kilómetros mostró algo que ya se sabía, todos los ciclistas están supeditados a la ley del pelotón. Y esa ley es la que provocó que en el kilómetro 100 y después de que hubiese batalla campal se dejase ir a una fuga de cuatro. ¿Por que se habla de ley? Porque el pelotón paró al Lotto de McEwen que quería impedir que se marchase Freire en esa fuga. Aún así el español no pudo ganar frente a Yaroslav Popovich, el cual se llevó la etapa y volvió al Top 10 de la general.
Yaroslav Popovich, la esperanza del Discovery Channel tras el fiasco de Hincapie

Y el 15 de Julio llegó la posiblemente peor decisión que se ha tomado en toda la historia del Tour de Francia. El Phonak tenía un equipo horrendo en el que solo se salvaba  Axel Merckx para ayudar a Landis y por tanto no querían llevar el maillot amarillo. Así que en la etapa entre Beziers y Montelimar (230 km) sencillamente dejaron ir a la fuga convencidos de que no había nadie peligroso. No debieron ver que Óscar Pereiro (con ya un Top 10 en el Tour de Francia) estaba en la fuga junto a Voigt, Grivko, Chavanel y Quinziato.

John Lelangue en estado puro. Bjarne Riis sonrie mientras pierde el Tour pero gana la etapa y el T-Mobile celebra poder competir por la clasificación por equipos (Un saludo a Movistar Team)

Pero mientras que el Phonak tenía un problemon de equipo, el CSC y el T-Mobile iban con equipos preparados para poder recortar el suficiente tiempo para que Pereiro no entrase en la pelea por la victoria final. Y su decisión fue... No hacer nada. El único equipo que lo intentó fue el Rabobank de Menchov pero sin corredores para poder recortar demasiado. Jens Voigt ganó la etapa, Pereiro se pusó como líder tras recortar treinta minutos al pelotón y el rídiculo quedó patente en los días posteriores.

Jens Voigt gana la etapa. Carlos Sastre mientras tanto a 3 minutos de Pereiro. Mentalidad de equipo grande

La última jornada antes del segundo día de descanso fue mucho más normal. Media montaña entre Montelimar y Gap, con una fuga controlada y emoción por si llegaban los seis fugados o el pelotón. Después de una caída tremenda en una bajada, la fuga quedó en Fedrigo, Commesso y Aerts con el gran grupo lanzados en su persecución. Fédrigo sorprendió llevandose la etapa con el italiano segundo y el pelotón liderado por un Vandevelde que había atacado a siete segundos.

Otro equipo francés que se llevaba su victoria en el Tour, el año de los equipos continentales franceses.

Y la jornada de descanso llegó con la sensación de que alguien la había cagado severamente. ¿El motivo? Quedaban tres etapas de montaña y una contrarreloj y Pereiro sacaba 1:30 a Landis pero es que el resto de favoritos estaban a más de dos minutos, con Sastre y Klöden a más de tres. Si tenían equipo... ¿Por qué no tiraron el CSC y el T-Mobile? ¿Que clase de cabeza decidió en Phonak que era buena idea meter a un rival en la pelea a pesar de ser un equipo inferior? Landis era el corredor más en forma, ¿por qué arriesgar? Pero el CSC y el T-Mobile demostrarían que el rídiculo podía ir a más en lo que quedaba.
La definición de la segunda semana: Phonak hace todo lo bueno y lo malo, el resto son convidados de piedra con CSC y T-Mobile como estrellas.

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